domingo, 20 de abril de 2014

Estúpido juego.

Pensaba que con el paso del tiempo no se volvería a repetir la misma historia, y estoy de acuerdo en que me equivoque. Solo que esta vez duele más.

Me amoldaba a ti, estaba acostumbrada a ti, te daba todo lo que me pedías. Me creía cada una de tus palabras, las cuales hacían que mis sentimientos crecieras más y más por ti. Fui una estúpida tonta por creerte, me advertiste y como una niña caí en tu juego.
¿De quién es la culpa? Quizás tuya, tal vez mía, de los dos o de ninguno no lo sé de lo única que estoy segura es que cada vez que un recuerdo viene a mi mente el corazón se me achucha un poco más y las lagrimas afloran en mis ojos.
Y aun así después de todo sigo con mi estúpida impresión de que lo he aceptado, de que podemos ser amigos aunque mi corazón sigue sintiendo, mis labios buscándote, y mis ojos observándote.

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